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El creador no te hubiese dado la capacidad de soñar sin haberte dado también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.

Concédeme, Señor, aquello que yo te pediría, si en verdad supiera lo que me conviene.

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viernes, 21 de febrero de 2014

Cáscaras de las frutas

Cáscaras de las frutas: utilidades


Las cáscaras de:

Berenjenas: Es un excelente diurético por contener grandes cantidades de agua. Los problemas de insomnio y circulación disminuyen con su consumo.

Manzanas: Es una fuente rica en fibra y contiene compuestos como pectina y polifenoles que ayudan a proteger la salud cardiovascular, reduciendo los niveles de colesterol y otros compuestos dañinos en la sangre.Para el acné.

Pepinos: Poseen nutrientes como la vitamina K, fibra y vitamina A. Comer la cáscara de un pepino ayuda a fortalecer la piel, cabello y uñas.

Papas: Comer la cáscara de las papas es beneficioso, ya que contiene vitamina C, potasio y, al menos, 8 veces más hierro del que se recibe si se come sin piel.

Peras: Esta cáscara le da a tu cuerpo potasio y vitamina C. Además, esta cáscara te ayudará a bajar de peso por su alto contenido de pectinas, fibra y agua.

Bananas- plátano : sobre una verruga por varios días puede hacer que estas desaparezcan de la piel.

Papas: en infusión pueden servir para curar úlceras.

Palta o aguacate: en infusión sirven como laxante.

Pon a secar al sol las cascaras de frutas cítricas para hacer distintos tipos de té.

Haz un rico refresco, hirviendo la cáscara de manzana con clavo de olor y canela.

Hierve la cáscara de piña-ananá con clavo de olor y canela, para hacer un jugo muy nutritivo.

Usa cascaras de limón o naranja para hervirlas en agua, y utilizarla para limpiar envases manchados.

Las cáscaras de los cítricos, tales como naranja, limón, y mandarina, entre otras, tienen importantes cantidades de antioxidantes

con propiedades anti cancerígenas, por lo que se les debe tomar en cuenta.

Las ralladuras de cítricos pueden usarse frescas o desecadas.

Estas virutas podemos utilizarlas en fresco, es decir, recién ralladas, o desecarlas y utilizarlas después. Si son frescas su aroma será más nítido y fresco. En cambio, si se desecan perderán un poco el toque cítrico de frescor. Para desecar las ralladuras las pondremos sobre un plato y las dejaremos al sol. Las removeremos de vez en cuando mientras esperamos a que se sequen durante unas diez horas.

También podemos desecar las raspaduras en el horno a 50º C durante seis horas, removiéndolas de vez en cuando y vigilando que no se peguen ni se tuesten. Una vez desecadas se pueden conservar en botes cerrados como si fuesen una especia o una hierba aromática más.

- Con un cuchillo afilado pelamos la corteza procurando que no quede demasiada parte blanca porque luego nos amargaría.

- Cortamos en tiritas o cuadritos, depende del uso que le vayamos a dar posteriormente.

- Ahora tenemos que secar. Podemos aprovechar el calor residual que queda tras utilizar el horno. Colocamos las tiritas o cuadritos (de naranja, limón o el cítrico que hayamos utilizado) en la bandeja del horno y cerramos la puerta, dejando que se sequen con el calor.

- Podemos guardarlas en botecitos de cristal así tal cual. Luego nos servirán para dar sabor y aroma a infusiones, postres, potenciar el sabor de platos que ya lleven naranja o limón y mil usos más que iremos descubriendo poco a poco.

- Y también podemos molerlas. De este modo obtenemos esencia pura de naranja y de limón que nos servirá para aromatizar todo lo que se nos ocurra… Por ejemplo: un café con un toque de naranja y otro de cacao. ¿Y porqué no con un toque de limón y otro de canela?

Además se conservan perfectamente en botes de cristal bien cerrados y cuando abres el bote… ¡te inunda el aroma!

Confitar la cascara de un Cítrico .-
Ingredientes:

3 Cítricos
130 gr de Azúcar
250 cc de Agua
150 gr Azúcar

Elaboración:

Corta la piel del cítrico elegido y retira la parte blanca.
Córtala en tiras bien finas, comúnmente denominado corte en juliana.
Coloca en una cacerola pequeña, el azúcar junto con el agua y llévalo al fuego hasta que rompa hervor.
Coloca la piel ya cortada y cocina hasta que el líquido se haya reducido a la mitad.
Retira las cáscaras del almíbar, coloca sobre una placa con los 150 g de azúcar, rebózalas y déjalas secar en el horno apagado de 4 a 6 horas.



Fuente El rincón de Thurisag.

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